Hay varios aspectos sobre los cuales es bueno reflexionar este domingo, pero ademas que deben orientar nuestra vida espiritual y personal durante esta semana,lo mas importante es que estos aspectos se pueden iluminar bajo la Palabra de Dios (Jn 20, 19-31).
El evangelio nos presenta el temor de los discípulos, pues como indica el mismo evangelio, estaban encerrados ya que no han tenido ese encuentro con Jesucristo Resucitado, solo oyeron hablar a las mujeres pero hasta el momento según el evangelista no se han encontrado aun con él. Pero entra Jesús, irrumpe en medio del temor de sus corazones, pero adicionalmente, lo hace al anochecer, es decir, la presencia del resucitado llega a la vida de los hombres para iluminar en medio de las tinieblas de la noche que quizás ayudan a tener más miedo.
Pero el accionar del Resucitado no para allí, pues ademas les trae la paz, y adicionalmente les envía a predicar el evangelio.
Y a la luz de la palabra lo podemos ejemplificar en el otro aspecto relevante de esta semana y que debe llevarnos a reflexionar, es la Beatificación de Juan Pablo II; sin importar que fe se profese, este hombre es alguien que tiene una vida modelo o por lo menos a dado un ejemplo y hasta ha movilizado el mundo.
Juan Pablo II en su elección expreso que "tenia miedo de ser nombrado Papa," pero iluminado por medio de la fe y ademas obedeciendo la palabra del Señor "Como el Padre me ha enviado así también os envió yo"(Jn 20,20) tomó las riendas de la Iglesia Católica, pero ademas se dejo guiar por el Espíritu que es Don del Resucitado. Podemos decir, dejo entrar al Resucitado en su vida y en su primera Homilía como Papa decia:
"¡Hermanos y hermanas! ¡No tengáis miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad!
¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo!
Con frecuencia el hombre actual no sabe lo que lleva dentro, en lo profundo de su ánimo, de su corazón. Muchas veces se siente inseguro sobre el sentido de su vida en este mundo. Se siente invadido por la duda que se transforma en desesperación. Permitid, pues, —os lo ruego, os lo imploro con humildad y con confianza— permitid que Cristo hable al hombre. ¡Sólo El tiene palabras de vida, sí, de vida eterna!"
Y este hombre abrió las puertas a Jesús no se dejo llevar por temores, sino que confió en la palabra de Jesús que hoy nos dice reciban la Paz y hoy a recibido "una herencia incorruptible, pura, imperecedera... reservada en el cielo" (1Pedro 1.,4).
Además el evangelio nos relata la incredulidad de Tomás y que en muchas ocasiones es nuestra propia incredulidad, es la desconfianza de lo que Dios puede hacer (Resucitar a Jesús) en medio de nuestra vida. Y dice el mismo Señor "Dichosos los que crean si haber visto" (Jn 20.29) Esta certeza fue la que tuvó Juan Pablo II creyó en el Señor si haberlo visto y el mismo evangelista al cerrar si evangelio indica que estos hechos son "para que creáis que Jesús es el Mesías".
Así pues hay que creer en Jesús y dejar que el irrumpa en nuestras vidas que derribe las puertas de nuestro temores y abrir nuestro corazón a su acción salvífica en medio de nuestro anochet para que tengamos vida en su nombre (Cf Jn 19.31)