sábado, 4 de febrero de 2012

Jesús: cura, reza y predica


Mc 1, 29 -39

Este texto es mas conocido como la curación de la suegra de Pedro, pero vale la pena detenerse un poco sobre éste y reflexionar sobre algunos aspectos que me parecen interesantes del Jesús de esta perícopa del Evangelio de este domingo.

En primer termino reflexionamos acerca del Jesús que sana, pues como vemos en verso 34 "Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios", aquí la acción de Jesús es evidente, pero podemos decir que no tiene nada de extraordinaria en la medida en que el evangelio habla mucho de ello, de las sanaciones. Pero es importante a este punto devolvernos sobre el relato en el cual toma de la mano a una mujer (la suegra de pedro) para sanarla, hecho que es importante en una sociedad que da importancia a la mujer, que si se quiere, esta es excluida, pero Jesús va en contra de eso y ahora no solo esta con los pobres y marginados sino también con los excluidos. Pero además los hace sus discípulos pues la acción inmediata es "se puso a servirles" (v.31), es decir, actitud de discipulado.

Otro aspecto mucho mas interesante aun es la actitud orante de Jesús y que me atrevería decir que es la actitud que abre y cierra este relato. "Cuando salió de la sinagoga" (v.29) "se puso a hacer oración." es decir la vida de Jesús esta mediada entre la oración y la acción, pues luego de orar viene el siguiente aspecto, predicar.

De tal manera que la actitud de Jesús, digna de imitar como todas, lleva a pensar en la necesidad de acoger a todos pobres y marginados, excluidos y desfavorecidos; pero además invita a oración profunda en medio de la oscuridad "todavía estaba muy oscuro" (v.35 ), pero no quedarse extasiado allí, sino levantarse de nuevo y ponerse a predicar.



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